PERIODONCIA

La enfermedad periodontal (antes llamada piorrea) es una patología que afecta a la encía y demás estructuras de soporte del diente (hueso y ligamento periodontal). Es un proceso muy común, alrededor del 40% de los adultos sufren problemas periodontales. La enfermedad se desarrolla de manera lenta y muchas veces el paciente no es consciente del problema.

Las afecciones periodontales constituyen en nuestro medio la causa más frecuente de pérdida de piezas dentarias en la edad adulta. Es producida por gérmenes presentes en la cavidad bucal cuyas toxinas irritan inicialmente las encías que se van desprendiendo poco a poco de los dientes. A medida que el proceso progresa, se va perdiendo hueso, el diente se mueve, la encía sangra y supura y las piezas dentales se caen o tienen que ser extraídas.

Como hemos señalado anteriormente, la enfermedad periodontal no es un proceso que aparece de manera repentina, tiene fases que van pasando de una a otra aumentando la gravedad del proceso si el paciente no es consciente de su problema o no busca solución frente a determinados signos y síntomas iniciales. Comienza por una gingivitis, la forma más leve de la enfermedad en la que las encías están rojas, sangran fácilmente y están inflamadas. En esta fase el proceso es fácilmente reversible. Si no se trata puede evolucionar hacia una periodontitis leve en la que ya comienza la pérdida del hueso de soporte del diente. La enfermedad puede luego pasar a una forma desde moderada a avanzada en la que ya es clara la pérdida de hueso y la movilidad de las piezas dentarias.

¿Cuáles son los síntomas y signos de alarma?

Si el paciente nota sangrado al cepillarse los dientes, si la encía está rojiza, si está separada del diente, si los dientes se mueven o el paciente tiene mal olor de boca o nota como se van separando las piezas dentales entre ellas, es muy probable que padezca enfermedad periodontal.

¿Cómo se trata?

Ante estos signos y síntomas, el profesional será el encargado de hacer el diagnóstico de enfermedad periodontal e iniciar por ello el tratamiento. Básicamente el tratamiento consiste en eliminar los factores causales, es decir, eliminar la placa bacteriana e impedir que se vuelva a formar educando de manera exhaustiva al paciente y motivándole para que tenga una buena higiene dental. El periodonto es un tejido muy agradecido, si la limpieza de la placa es escrupulosa y el paciente colaborador el proceso se frena. El hueso es posible que no se recupere pero se detendrá su pérdida.